El Diccionario de la Lengua Española define la “sede canónica” como la iglesia, convento u otra sede en la que se guarda la imagen para su adoración.
Ante tal definición, podemos decir, que desde un principio nuestra sede canónica es la Iglesia Conventual de San José (San Cayetano).
Los carmelitas descalzos llegaron a Córdoba en 1586, gracias al entonces vicario provincial de Andalucía fray Juan de la Cruz, que con el apoyo del deán de la catedral don Luis Fernández de Córdoba, logró que le transfirieran la ermita de San Roque, regentada entonces por la Hermandad de Nuestra Señora de la Encarnación, San Roque y San Julián, situada en una zona bulliciosa del barrio de Santa María, muy cerca de la Catedral, pero poco adecuada para que los frailes pudieran vivir en plenitud, el espíritu y reforma carmelitana, por lo que debían buscar acomodo en extramuros.
En 1613 es elegido general de la Orden, fray José de Jesús María, y según documentación custodiada en el convento, decide el traslado del convento a la zona de Ollerías de la Puerta del Colodro. En el protocolo del convento, fray Francisco de Santa María escribe: “El año de 1613, siendo General N.P.F. Ioseph de Iesús María, se tomó resolución, siguiendo el primer parecer. Buscó otro sitio más retirado i espacioso dentro de la ciudad: No hallándole, salió fuera de ella, por la puerta que llaman del Colodro: Vio un espacioso i alegre campo i en él un puesto algo eminente, que sin fatiga de los que a él van, se lebanta sobre la ciudad, que le cae a mediodía, con su río Guadalquivir, ofreciéndole muy apacible vista. No lo es menos el de la Sierra Morena, que tiene a las espaldas, porque es a aquella parte ameníssima”
Con la finalidad de trasladar el convento, fray Juan del Espíritu Santo adquiere dos casas en la zona de Ollerías, solicitando a continuación al Concejo, terrenos para levantar el convento y la Iglesia; terrenos que les fueron concedidos de inmediato, gracias al bienhechor de los carmelitas descalzos, el duque de Lerma. La comunidad adquiere tres casas más, y ante los cuantiosos gastos que suponen las nuevas obras, venden el Convento de San Roque a los carmelitas calzados, conviviendo allí las dos comunidades hasta el 19 de marzo de 1614, fecha en que se bendice una provisional Iglesia, con la asistencia del provincial, fray Gabriel de Cristo, y todos los miembros de la comunidad carmelita.
Continuaron las obras del convento y de la iglesia durante varias décadas, recibiendo un gran impulso al final de la primera mitad del siglo XVII, hasta que, en 1656, siendo prior fray Francisco de San Angelo, se termina la Iglesia y se bendice el 14 de octubre, víspera de la festividad de Santa Teresa, según aparece en el protocolo del libro becerro:
“El Padre fr. Francisco de San Angelo, la segunda vez que fue Prior de esta Casa, acabó la obra de la Yglesia, aviendo primero traído casi un año obra sin cesar, y se dedicó y vendixo el año 1656, víspera de N. Madre Santa Theresa de Jesús. Bendíjola y puso el Santísimo Sacramento y cantó las primeras Vísperas el Señor Don Francisco Antonio Bañuelos y Murillo, Maestre Escuela y Canónigo de la Santa Yglesia de Córdoba”.
Una vez finalizada la Iglesia Conventual de San José, se produjo la donación de la imagen de Nuestro Padre Jesús Caído, por parte del Maestre Escuela, don Francisco Antonio Bañuelos y Murillo, aunque no se sabe la fecha exacta, se cree que fue antes de 1676, fecha en que se hizo su primera capilla, según consta en documentos del convento:
“Esta Santísima Ymagen de N. Padre Jesús Caydo que se venera en este convento de nuestro Padre y Señor San Joseph, Carmelitas Descalzos extramuros de esta ciudad de Córdova, no hai mas noticia sino que la donó a este convento el Señor Don Francisco Antonio Bañuelos y Murillo, Maestre escuela de la Yglesia Cathedral de esta ciudad y que se colocó la primera vez en la Capilla última de la mano disquierda como se entra por la puerta de la Yglesia que haora sirve a Nuestro Padre y Señor San Joseph”.
Una vez construida la Iglesia, aunque ha tenido varias modificaciones y ampliaciones en distintas épocas, vamos a hacer una breve descripción, tanto arquitectónica como artística de la iglesia de San José, que ha albergado y dado culto sin interrupción a Nuestro Padre Jesús Caído; ya que tanto en la invasión napoleónica, como en los años de la desamortización, en la Iglesia conventual de San José se siguió dando culto a Nuestro Padre Jesús Caído a instancias de la Cofradía que desde su fundación se ocupó de ello, encargándoles dichos cultos a los párrocos de Santa Marina y a los capellanes que atendían en cada momento la Iglesia de San Cayetano, incluso cuando la comunidad carmelita estaba exclaustrada y obligada a estar ausente de sus instalaciones conventuales.
Arquitectónicamente la Iglesia de San José es el modelo ideal de la arquitectura cordobesa del siglo XVII.
En su origen de planta de cruz latina, con brazos cortos y cúpula en el crucero.
La fachada de la Iglesia fechada en 1616 fue proyectada por fray Alberto de la Madrid, el tracista o diseñador de obras de la Orden. En el primer cuerpo hay un nártex que se abre al exterior con tres vanos, presentando la llamada alternancia palladina (los vanos exteriores son rectos en su parte superior, y el central es semicircular).
En el segundo cuerpo hay dos ventanas que flanquean un frontón con una hornacina que acoge a San José con el Niño, obra atribuida a Bernabé Gómez del Río, y a ambos lados se encuentran los escudos de los fundadores.
La parte superior de la fachada se remata con un frontón triangular con el escudo de la Orden en el centro. El frontón está rematado por las esferas que introdujo en España Herrera.
A los dos lados de la fachada hay dos puertas dinteladas; la de la izquierda hoy está cegada, daba paso a la escalera de la espadaña, teniendo en el frontón partido, la fecha de 1634; la puerta de la derecha, que da acceso al convento, tiene inscrita la fecha de 1616.
Una vez en el interior de la Iglesia, nos encontramos en alto y al principio de la nave principal el coro.
Al lado izquierdo de la nave central se abren tres capillas rectangulares, cubiertas con bóveda de cañón del siglo XVIII. En el lado derecho hay otras tres capillas, pero de menor tamaño que también están cubiertas con bóveda de cañón.
Todo el templo está decorado con pinturas murales de motivos vegetales: corolas, hojas enrolladas, tallos serpenteantes, etc., mezclados con angelotes, conchas y diversas cartelas con los nombres de los santos fundadores de diversas órdenes religiosas.
Estas pinturas murales fueron realizadas entre 1725 y 1727, aunque no se conoce el autor.
La bóveda está decorada con medallones que nos recuerdan la vida de San Juan de la Cruz, de San José y Santa Teresa. En la media naranja se representa a los Evangelistas, y los Padres de la Iglesia, además de los escudos de la familia Haro en las pechinas.
El presbiterio acoge el retablo mayor, construido entre 1680 y 1687. Se atribuye a dos autores, el del primer cuerpo es desconocido, y el segundo es obra de Francisco Ruiz Paniagua en 1691, siguiendo el diseño realizado por fray Juan del Santísimo Sacramento. Las imágenes fueron realizadas también en la misma época, son de autor desconocido, aunque algunos autores las atribuyen a José Risueño. Representan a San Ángelo, Nuestra Señora del Carmen Coronada y San Juan de la Cruz. En el ático, en el centro San José, con Elías y Eliseo a ambos lados.
En los laterales del presbiterio nos encontramos los lienzos de la Imposición de la Casulla a San Simón Stock, y el Palio de Elías.
En los brazos del crucero hay obras de fray Juan del santísimo Sacramento, con diversos pasajes de la vida en el Carmelo. En el crucero se encuentran también dos retablos fechados en 1703, de autor anónimo, y que en la actualidad el de la izquierda está dedicado al Niño Jesús de Praga, y el de la derecha a Santa Teresa de Jesús, que es una imagen de vestir realizada en 1761 por Alonso Gómez de Sandoval.
Desde el brazo izquierdo del crucero se accede a la Capilla de Jesús Caído, conocida en algún tiempo como Capilla del Sagrario, que fue construida entre 1732 y 1736.
La planta de la Capilla es de cruz griega con brazos cortos, el cuadrado central está cubierto por una cúpula sobre pechinas, con profusión de yeserías que envuelven el escudo de la Orden del Carmelo. Los brazos del crucero de esta capilla con bóvedas de cañón, y el del tramo de entrada con bóveda de cañón y lunetos. Una pilastra sirve como elemento de sustentación de una cornisa con numerosos resaltes.
El camarín se construyó en 1763, cuando el gusto suntuario estaba en el rococó, por lo que los elementos decorativos participan de este estilo. De planta rectangular, está rematada por una cúpula elíptica sobre pechinas. Parece estar influenciada por Francisco Aguilar del Rio Arriaza, por el color utilizado y el planteamiento arquitectónico.
Siendo prior fray Antonio de San Elías en 1745 se hicieron los dos altares laterales de la Capilla del Sagrario. Uno dedicado a la imagen de la Virgen de los Dolores (1736-1739), que desde 1921 y por la vinculación de la cofradía con los marqueses de la Mota del Trejo, pasó a tener la imagen las advocaciones indistintamente de los Dolores o de la Soledad, ya que este era el nombre de la marquesa. Hoy día la advocación de la imagen es la de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad. El otro altar con vitrina de cristal estuvo dedicado en un principio a Nuestra Señora del Socorro, estando hoy día dedicado al culto del Sagrado Corazón de Jesús.
El dorado del retablo de Jesús Caído se debe al que fue prior fray Pedro de la Purificación, comenzándose a dorar en 1748.
La devoción que despierta Nuestro Padre Jesús Caído, los cultos que se le dedican y el manifiesto fervor de las distintas capas sociales a Nuestro Padre Jesús Caído y a Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, hizo que en 1765 se fundara la cofradía pasionista, que hoy es la Pontificia, Real, Carmelitana, Venerable e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad.
En el lado izquierdo de la nave central hay una capilla dedicada a Santa Teresita del Niño Jesús, ornamentada con pinturas murales realizadas en 1919, además de un retablo del Setecientos. A continuación, se encuentra la Capilla de San José, ocupada por un retablo barroco de mediados del Setecientos, con la imagen en el centro de San José y el Niño, San Rafael a su izquierda y la imagen de San Miguel a la derecha.
En el lado derecho de la nave central hay tres capillas, una dedicada a san Cayetano, con una imagen del Santo del siglo XVIII, y las otras capillas dedicadas, una a San Juan de la Cruz y la otra a San Elías.
En la nave central hay seis lienzos con escenas de la vida de Elías, y en la sacristía un cuadro de la Anunciación, realizado por Juan de Alfaro, además de varias obras de fray Juan del Santísimo Sacramento, con escenas de la vida de Jesús: Nacimiento, Huida a Egipto, Predicación en el Templo, Entrada Triunfal en Jerusalén y Santa Cena.
Con fecha 25 de septiembre de 2024, el obispo de la diócesis de Córdoba, D. Demetrio Fernández González, tuvo a bien firmar el decreto que nombra a nuestra sede canónica, la iglesia conventual de San José (San Cayetano): Santuario Mariano diocesano.
Esta declaración, sin duda, es el reconocimiento de la gran importancia que ha tenido y tiene en el culto a la Madre de Dios, con dos de las advocaciones más arraigadas entre la población cordobesa, y que reciben culto en esta iglesia de San José.
Dos advocaciones, una de penitencia y otra de gloria que desde mediados del siglo XVII de manera ininterrumpida e inequívoca son parte fundamental de la religiosidad popular cordobesa. La Virgen de los Dolores (1736-1739), que hoy lleva el nombre del Mayor Dolor en su Soledad, y la Virgen del Carmen Coronada (1713-1801).
Así fray José de la Cruz, prior de la comunidad en febrero de 1771 escribió:
“En la Yglesia del Combento de carmelitas descalzos ay establecidas 2 hermandades. La 1ª. Con la advocación de Nuestro Padre Jesús Caydo, su hermano mayor Don Pedro de Aguilar, la que haze a el año 8 fiestas de Yglesia y en ellas se imbierten 300 reales, todo a costa de los hermanos y limosnas, y esta tiene aprobación del Ordinario. La 2ª. Con título de Nuestra Señora del Carmen, sin aprobación alguna, hermano mayor, fondos ni cumplimiento de fiestas”
Bibliografía
Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa, varios autores.
Jesús Caído y la Semana Santa de Córdoba durante los siglos XVII al XX. Servicio de Publicaciones CajaSur. Juan Aranda Doncel.
DECOR CARMELI. El Carmelo en Andalucía. Servicio de Publicaciones CajaSur, varios autores.
Las cofradías modificadoras de espacios: Tipología de las capillas barrocas en Córdoba, M.ª Ángeles Raya Raya. Actas del III Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa. Servicio de Publicaciones CajaSur.
Guía Artística de la Provincia de Córdoba, Grupo Arca. Director Alberto Villar Movellán.
Historia del Arte en Andalucía. Editorial Gever, varios autores.
La Pasión de Córdoba. Ediciones Tartessos, varios autores.
Córdoba Tiempo de Pasión. Servicio Publicaciones CajaSur. Varios autores.